Si has estado intentando quedarte embarazada y
aún no lo has conseguido, después de un tiempo prudencial, el siguiente
paso será el hacer un estudio de fertilidad, a ambos miembros de la
pareja, ya que estos resultados serán la base para saber qué debemos hacer más tarde y qué tratamiento es el más adecuado para cada caso.
En la mujer, es importante hacer un estudio de sus hormonas, para saber cómo trabaja su sistema hormonal, ya que esto nos dará muchísima información… desde cómo trabajan los ovarios, cuanta reserva ovárica nos queda, saber si la glándula tiroides está en equilibrio, y saber sí ovulamos con normalidad o no.
También es necesario hacer un estudio para saber si las trompas son permeables, es decir, necesitamos saber si los óvulos pasan a través de ellas y pueden encontrarse con los espermatozoides.
Por otra parte, no hay que dejar de lado toda la flora de la vagina y del útero, es necesario realizar un cultivo de la flora del cérvix, porque en muchas ocasiones hay microrganismos que están impidiendo la implantación del embrión, o produciendo abortos, y tenemos que conocer “quien” se aloja en nuestro útero, para poder tratarlos. Además, en ciertas ocasiones, estos microorganismos patógenos NO dan señales, no dan síntomas, por eso es recomendable, cada año realizar este tipo de prueba.
Es básico, también, que la mujer se haga una ecografía, para conocer cómo está el útero, y así descartar patologías como miomas, tabiques, pólipos, endometriosis, hidrosálpinx…. Con la ecografía, también, se estudian los ovarios y su tamaño, la cantidad de folículos (bolsitas que contienen a los óvulos) que tenemos en ese momento, descartando, por ejemplo, ovarios poliquísticos.
Hay otro estudio, que no se suele realizar, y que nos puede aportar una información muy valiosa, qu es un examen de ciertas vitaminas y minerales. Así, si en la mujer existiera un déficit de ciertas vitaminas, podrían provocar infertilidad.
El hombre, en cuanto al estudio, se suele llevar la mejor parte, ya que, salvo que haya sospechas de alguna alteración, en principio se sólo realiza un Espermiograma, que es analizar su semen, estudiando la cantidad de espermatozoides, la movilidad de los mismos y su morfología.
Pero se pueden hacer más estudios, dependiendo de la historia clínica del paciente, por ejemplo, cultivo de semen, analítica hormonal, estudio de fragmentación del ADN del espermatozoide….
Hay muchos más, pero que se harían en casos muy específicos.
En la mujer, es importante hacer un estudio de sus hormonas, para saber cómo trabaja su sistema hormonal, ya que esto nos dará muchísima información… desde cómo trabajan los ovarios, cuanta reserva ovárica nos queda, saber si la glándula tiroides está en equilibrio, y saber sí ovulamos con normalidad o no.
También es necesario hacer un estudio para saber si las trompas son permeables, es decir, necesitamos saber si los óvulos pasan a través de ellas y pueden encontrarse con los espermatozoides.
Por otra parte, no hay que dejar de lado toda la flora de la vagina y del útero, es necesario realizar un cultivo de la flora del cérvix, porque en muchas ocasiones hay microrganismos que están impidiendo la implantación del embrión, o produciendo abortos, y tenemos que conocer “quien” se aloja en nuestro útero, para poder tratarlos. Además, en ciertas ocasiones, estos microorganismos patógenos NO dan señales, no dan síntomas, por eso es recomendable, cada año realizar este tipo de prueba.
Es básico, también, que la mujer se haga una ecografía, para conocer cómo está el útero, y así descartar patologías como miomas, tabiques, pólipos, endometriosis, hidrosálpinx…. Con la ecografía, también, se estudian los ovarios y su tamaño, la cantidad de folículos (bolsitas que contienen a los óvulos) que tenemos en ese momento, descartando, por ejemplo, ovarios poliquísticos.
Hay otro estudio, que no se suele realizar, y que nos puede aportar una información muy valiosa, qu es un examen de ciertas vitaminas y minerales. Así, si en la mujer existiera un déficit de ciertas vitaminas, podrían provocar infertilidad.
El hombre, en cuanto al estudio, se suele llevar la mejor parte, ya que, salvo que haya sospechas de alguna alteración, en principio se sólo realiza un Espermiograma, que es analizar su semen, estudiando la cantidad de espermatozoides, la movilidad de los mismos y su morfología.
Pero se pueden hacer más estudios, dependiendo de la historia clínica del paciente, por ejemplo, cultivo de semen, analítica hormonal, estudio de fragmentación del ADN del espermatozoide….
Hay muchos más, pero que se harían en casos muy específicos.
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